Una de las actrices que se convirtieron en íconos a finales de los 90, fue sin duda, Sarah Michelle Gellar, su papel en la serie “Buffy Cazavampiros” la catapultó y transformó su vida. Sí, ya había ganado un EMMY por el culebrón “All my children”, pero su rol de cazadora de vampiros aumentó considerablemente su popularidad. Y es que sus luchas contra las fuerzas del mal a la vez que combatía junto a su grupo de amig@s  con  los típicos problemas de la adolescencia, hicieron historia en la TV de aquella época.

En cine también logró éxitos como “Sé lo que hicisteis el último verano”, “Scream 2” o “Crueles intenciones”. Una vez finalizada la ficción vampírica, logró algún éxito aislado, pero su estrella se fue apagando y se volcó en el cuidado de su familia y en crear su propia empresa de repostería Foodstiers. Y aunque no ha parado de trabajar, volvió con fuerza con la serie de hombres lobo “Wolf Pack”, un regreso al género fantástico que le dio tantas alegrías en el pasado.

Sus looks, han sido muy discretos en la mayoría de las ocasiones. Castaña natural, el cambio más radical fue cuando se tiñó de rubia para interpretar a Buffy. Actualmente luce un rubio dorado y un clavicut que la vedad, le sientan de maravilla.

¿Empezamos?

El cabello tiene unas babylights y highlights en tonos vainilla que le dan un brillo súper bonito. El cabello liso le da un toque sofisticado y contrarresta la inocencia del maquillaje, que es natural, juvenil y luminoso, con un poco de rubor y labios rosados. La raya lateral le queda genial a la forma de su cara, porque la equilibra. En general, se ve muy limpia, fresca y favorecedora.

El maquillaje aquí es más marcado, con ojos difuminados para un look sofisticado, complementando un peinado más elaborado y estructurado. Sin embargo, el cabello más oscuro le endurece los rasgos, y la raya en el centro lo enfatiza aún más, dándole una apariencia más seria. Creo que le favorece más un look más dulce.

Un look casual pero muy chic. El flequillo disimula la frente y armoniza las proporciones del rostro. El maquillaje le aporta luz, y aunque el cabello es oscuro, al estar retirado de la cara no le endurece los rasgos como en el caso anterior.

Aquí vuelve a los tonos vainilla, logrando un rubio precioso. La raya lateral y las ondas surferas le dan un aspecto alegre y juvenil. El maquillaje con un tono de labial más subido y la línea de agua marcada en un tono claro potencia su mirada. Es un look muy divertido.

¿Cuál es tu favorito?

Por Oscar Martínez. Responsable comunicación y contenidos UPP BEAUTY